Resumo | La historia nacional fue escrita en base a dos contextos claramente diferenciados, uno son los territorios en los que se afincaron las provincias de pasado colonial, desde donde surgieron los caudillos signatarios de los pactos pre existentes del preámbulo del texto constitucional de 1853; otro son aquellos que surgieron como delimitaciones territorianas, que luego tomaron rango de provincia. En este segundo grupo se ubican las provincias de la Patagonia.
La profundización historiográfica que avanzó en calidad y cantidad desde los años ochenta, ha comprobado que ese extenso territorio en el sur merece ser aún más complejizado en su análisis, y una de estas vías es el estudio comparado con el sur de Chile. La visión tradicional se refiere solo a los conflictos de límites que recorren nuestra historia.
Existe un consenso sobre que históricamente la cordillera fue más canal de comunicación de personas y bienes de todo tipo, que límite a la circulación, de modo que buena parte de los actores sociales del sur tienen lazos económicos, familiares, de formación en Chile. Incluso la propensión del estado nación a confirmar la soberanía en el sur habilitó espacios de interacción que van desde las facilidades a la expansión de capitales magallánicos hasta la explotación de carbón e hidrocarburos. Esto nos lleva a pensar que la comparación entre el sur de chile y aquello que sucedió en territorio argentino no es solo un dato de color más en cada etapa sino que es constitutivo de la realidad a estudiar.
El uso de la historia comparada sirve para complejizar y enriquecer los análisis históricos referidos a la Patagonia. Así pensamos en desarrollar en la presente ponencia el valor de la historia comparada en una región de frontera y tomando el valor de esta estrategia tanto para trabajos que ya obtuvieron consenso historiográfico, como para los estudios es curso y enfatizar en la riqueza que de ella se desprende para una mejor comprensión de los tiempos históricos.
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