| Resumo | Según la OIM, En la actualidad, el número de personas que viven fuera de su país de origen va en aumento. En el 2019 el promedio era de 272 millones de migrantes, representando las mujeres el 48%. De la cifra total, 164 millones son trabajadores migrantes.
Las causa del aumento de la movilidad humana se debe a diversos factores, que van desde lo económico por la falta de empleos; de servicios básicos adecuados para atender la salud, educación, políticas de ajuste estructural, hasta la Inestabilidad política, discriminación (por género, etnia o casta), nepotismo y /o corrupción, conflictos armados, contaminación ambiental, desastres naturales, hasta los factores relacionados con la desintegración familiar.
De estos factores destacamos los voluntarios y los no voluntarios o forzados. A la fecha sigue produciéndose muchos movimientos migratorios voluntarios como la emigración por motivos laborales; sin embargo la mayoría y, sobre todo, los flujos masivos, son involuntarios. Dentro de estos están los conflictos étnicos, el hambre, el cambio climático, las enfermedades como las pandemias, los desastres naturales, la contaminación de los ríos, la degradación ambiental etc. La seguridad humana puede considerase en el derecho internacional como un principio fundamental de carácter programático, que impone a los Estados el deber de cooperar en su garantía para proteger el derecho de los individuos a que su vida y dignidad no sean expuestas a daño, riesgo o peligro.
De otro lado, desde el enfoque del derecho internacional de derechos humanos, los Estados tiene obligaciones internacionales que cumplir. En consecuencia, si los Estados cumplen con su función de garantizar la seguridad humana a su población, estableciendo políticas públicas adecuadas en salud, empleo, educación que les permita gozar de un nivel de vida adecuado y de los derechos humanos reconocidos internacionalmente, se reducirían los flujos migratorios hacia otros Estados.
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