Resumo | La animación sociocultural se ha configurado como una práctica comunitaria de desarrollo cultural y educación no formal. Desde una perspectiva funcionalista la animación se ha representado como un complemento a la educación escolar aportando propuestas compensatorias y complementarias a la educación integral desde aspectos identitarios y comunitarios.
Pero superada esta visión funcionalista de una escuela que forma para la integración en el mercado laboral y una educación no formal que compensa los déficits del sistema, la animación se encuentra en la convergencia de la educación formal con la educación no formal. Desde esta visión holística la animación no aporta, como se pensó en su momento, ni métodos participativos y actividades lúdico convivenciales, tampoco aporta modelos específicos de desarrollo cultural en una sociedad del consumo y la uniformización cultural.
En un momento en el que se hace cada vez más patente la convergencia entre la educación formal y la educación no formal, la animación aporta ante todo lazos de convivencialidad que se concretan en la vertebración de proyectos culturales de entorno, la estructuración de narrativas identitarias de carácter comunitario, la gestión ciudadana de la cultura y la ciudadanía activa, dinámicas de inclusión y convivencia democrática. Es está la aportación de la animación a las dinámicas de la Educación Sociocultural y la Pedagogía Social.
REFERENCIAS:
Freire, Paulo (1992); Pedagogía de la Esperanza
Illich, Ivan (1974); La convivecialidad
Furter, Pierre (1983); Les Espaces de la Formation; Laussane; PPR
Viché, Mario (2010); La educación sociocultural: un indicador de desarrollo democrático; Certeza; Zaragoza
Viché, Mario (2020); http://marioviche.es/animacionsociocultural
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