Avaliação: El lado perverso del patrimonio cultural – Tunja: de la celebración del primer centenario de la independencia (1910 – 1919) y los lugares de Memoria

Tunja a comienzos de siglo XX se consideró una ciudad pequeña con gran influencia de arquitectura religiosa, en las décadas de los años diez y veinte del siglo XX se iniciaron adecuaciones en la catedral. Adicionalmente las celebraciones centenarias conmemorativas: el grito de independencia en 1810, la independencia de Tunja en 1811, la Constitución de Tunja en 1813, y el primer centenario de la batalla de Boyacá en 1819; motivaron el desarrollo de actividades y la construcción de parques, edificios, monumentos, calles y otros; las que sirvieron como excusa para la construcción de obras de infraestructura que le darían una apariencia distinta a la ciudad, asimismo para crear un imaginario de la modernidad en torno al cemento y a la salubridad pública, que a la vez, moldearon ciertos comportamientos, los que afianzaron las tensiones entre tradición y modernidad. Según Abel Martínez y Andrés Cascante esta celebración estuvo acompañada por dos procesos: la reivindicación de los valores hispánicos y las acciones heroicas de prohombres representados en lugares de memoria; y, en segundo lugar las proyecciones de modernidad representadas en la construcción de obras de infraestructura, servicios públicos: acueducto, electrificación, teléfono, telégrafo, ornato, higienización y organización de la ciudad, para presentar una imagen “moderna de la ciudad”, que se percibió desde el parque central despejado y con cambios sustanciales en la ubicación del mercado, que pretendieron darle un tinte distinto a la presentación de la ciudad.

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