Dados do autor
NomeErica Itzel Landa Juárez
E-mail do autorEmail escondido; Javascript é necessário.
Sua instituiçãoUniversidad Nacional Autónoma de México UNAM
Sua titulaçãoDoutorando
País de origem do autorMéxico
Dados co-autor(es) [Máximo de 2 co-autores]
E-mailEmail escondido; Javascript é necessário.
Nome completoFernando Getino Granados
TitulaçãoGraduado
País de origem do co-autorMéxico
InstituiçãoEscuela Nacional de Antropología e Historia ENAH
Proposta de Paper
Área Temática14. Estudios Sociales
Grupo TemáticoPensar la muerte y los cementerios: Análisis y perspectivas entre los siglos XVIII y XXI
TítuloLos cambios en los espacios funerarios y formas de enterramiento, documentados en el Centro de México
Resumo

Los espacios de enterramiento que se practicaron durante las diferentes épocas históricas en el Centro de México tienen características propias, debido a las creencias y conceptualizaciones mentales respecto de la muerte de las personas.
En el siglo XVI, en la época prehispánica, los lugares donde se enterraban a los cuerpos, fue regularmente debajo de las casas habitación. Los cuerpos fueron depositados en posiciones anatómicas específicas, acompañados de objetos que simbolizaron elementos que utilizaron en vida y continuarían usando en la vida a seguir; así como hubo elementos de carácter ritual para sacrificios. Los rituales funerarios, estuvieron relacionados a las estaciones del año, al medio ambiente y a la deidad que se veneraba.
Durante el siglo XVIII, la muerte y los entierros, en la época novohispana, estuvieron regidos por el Concilio de Trento, en donde se aplicó el modelo occidental cristiano a el mundo prehispánico. Las nuevas reglas de enterramiento fueron en el interior de las iglesias (o bien en los camposantos) que, de acuerdo al estamento y posibilidades económicas de la familia, los depósitos fueron cerca del altar, en la nave o en la entrada o en el atrio de la iglesia.
En el siglo XIX, con las Leyes de Reforma, se crearon los cementerios civiles, creándose nuevas reglamentaciones. Finalmente, con el movimiento armado de la Revolución Mexicana y la epidemia de 1918, dieron como resultado una falta de espacios de enterramiento, dejando de lado las creencias religiosas. Debido a los altos niveles de violencia e inseguridad por las revueltas constantes, la gente fue enterrada afuera de los cementerios o en los campos de batalla.

Palavras-chave
Palavras-chave
  • muerte, entierros, espacios funerarios, Nueva España