Dados do autor | |
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Nome | Ellen Hoobler |
E-mail do autor | Email escondido; Javascript é necessário. |
Sua instituição | The Walters Art Museum Associate Curator |
Sua titulação | Doutor |
País de origem do autor | Estados Unidos |
Dados co-autor(es) [Máximo de 2 co-autores] | |
Proposta de Paper | |
Área Temática | 03. Arte e Patrimônio Cultural |
Grupo Temático | Prácticas de coleccionismo; identidades móviles, circulación de objetos y saberes disciplinados |
Título | Los Aztecas en Hollywood: Colecciones Californianas de arte Prehispánico a mediados del siglo veinte |
Resumo | Por varias décadas, el “Primitivismo” en Paris en los primeros años del siglo 20 ha sido tema de muchos debates, los cuales han explorado el significado de ese tipo de coleccionismo y las redes de comercialización de sus obras. Pero hasta ahora, no han habido el mismo tipo de investigaciones en torno al mercado de arte prehispánico que crecía precípitemente en California alrededor de 1940. Dos de los primeros coleccionistas en esa área eran Louise y Walter Arensberg, un matrimonio que había emigrado de New York. Con la ayuda de Earl Stendahl, su “dealer” más importante, los Arensbergs adquirieron más de trescientas obras de arte prehispánico, en particular esculturas aztecas de gran formato, que exhibieron en su casi y jardín en Hollywood. Estas obras formaban la contraportada a su importante colección de art moderno, incluyendo obras de Marcel Duchamp, Pablo Picasso, y Constantin Brancusi, entre muchos otros. La ‘estética Arensberg,’ o la yuxtaposición de obras modernas con la escultura de México prehispánico, llegó a tener fama y aprecio entre sus amigos y vecinos, y a través del tiempo, muchos en Los Angeles quisieron emular esa forma de exhibición. Debido a la demanda comercial que se incrementaba rápidamente, Stendahl creó desde cero a redes de comercio ilícitos para mudar estas obras, frecuentemente grandes y pesados, de un lado de la frontera norteamericana al otro. Aunque su trabajo violaba leyes y reglas mexicanas, Stendahl fue guiado y ayudado por Guillermo Echániz, un mercante de antigüedades de la Ciudad de México. Comenzando a finales de los años 30s, los dos hombres importaron ilícitamente a muchas obras que lograban vender en Hollywood, afinando un gusto para esas obras que fue difundido por el cine y por periódicos de diseño de la época. Este ensayo busca trazar las conexiones entre obras compradas por los Arensbergs y vendidas por los socios Stendahl y Echániz, aclarando así las redes de transito de arte prehispánico en los ‘40s y ‘50s. |
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