Resumo | La Escuela de Arquitectura de la Universidad de Talca, lleva por veinte años titulando a sus arquitectos por medio de una obra construida.
Se trata de pequeñas construcciones que se emplazan en el Valle Central de Chile y que atienden a los lugares y comunidades en donde la arquitectura nunca antes había llegado.
Espacios comunitarios, para el descanso de los agricultores, para la cultura y el arte local, para la interacción con el territorio (miradores, muelles, etc.), para el culto religioso popular, para el deporte rural, etc.; son entre muchas otras, obras de arquitectura contemporánea surgidas desde y para contextos socio económicos no hegemónicos.
Los futuros arquitectos, durante el último año de la carrera, junto con formular la propuesta arquitectónica deben también gestionar los mismos recursos (económicos, materiales, humanos, etc.) con que llevarán a cabo su obra. Esta condición, lleva implícita una dinámica de cooperación entre los participantes que hace que la arquitectura sea concebida con una fuerte y auténtica raigambre en una parte importante de la sociedad, la que históricamente ha sido excluida por el sistema y políticas macroeconómicas.
La singularidad arquitectónica de estas construcciones es fruto de la propia singularidad de las realidades desde las que surgen, pues se corresponden a redes de interrelaciones que son de manifestación específica –y a veces sorprendente– de la parte esencial de la vida que pareciera estar velada por la vigorosa búsqueda de crecimiento económico que pesa sobre el territorio.
Los procesos de las obras de arquitectura que aquí se presentan, han sido guiados por el autor en su condición de profesor de proyectos de título de la mencionada Escuela de Arquitectura, procesos y obras que podrán ser agrupadas desarrollando las siguientes temáticas:
- Hacer con lo que hay
- El espacio religioso social
- Arquitecturas del agua
- Nuevos ecosistemas
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