Resumo | El Alto como territorio de conexion entre el campo y la ciudad, con sus propias lógicas de organización, con sus rasgos identitarios aymaras y quechuas, con gran protagonismo historico de resistencia indígena, campesina y minera, con varios espacios artisticos culturales emergentes frente a las desigualdades sociales, politicas y economicas, ademas de la necesidad de trabajar la comunidad. En este contexto la relación con lo digital tiene sus propias características.
En el marco de este estudio, desde nuestra propia crianza como actriz y mediactivista y mediante la conducta de una observación participante y de entrevistas, nos proponemos trabajar sobre 8 grupos de barrios periféricos alteños (Inti Phajsi, Wayna Tambo, Proyecto vida, Compa y Kalakaya) y 3 grupos paceños (Vidanza, Wairuru y Espacio Nuna) que todos trabajan con niños y jóvenes en pos de preguntarnos qué rol juegan las redes sociales digitales en la influencia y conexión entre El Alto y La Paz. Trataremos de ver con qué frecuencia, cómo y para qué utilizan las redes sociales los activistas culturales, y cuál es su análisis frente a los desafíos digitales de estos últimos tiempos respecto a su comunidad.
A partir del concepto y el trabajo de la descolonización del cuerpo de Iván Nogales y de la problemática de las herramientas digitales, analizaremos en particular el funcionamiento de estos espacios culturales como “espacios de bienestar colectivo” entre La Paz y El Alto, y observaremos cómo se diferencian espacios culturales de las periferias y espacios culturales céntricos, respecto a la idea de “migrar al centro”.
¿A dónde llegamos con esta forma de abordar el artivismo digital cuando hablamos de descolonización del cuerpo?
¿Cómo se plantea la apropiación de esta herramienta del capitalismo por sectores populares desde una perspectiva de transformación social?
¿Si consideramos al artivismo digital como una herramienta, qué riesgo corre al pasar de una necesidad complementaria a una básica?
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