Resumo | El 2014 el Qhapac Ñan fue declarado como Patrimonio Mundial de la Humanidad, teniendo que articular mecanismos de gestión cultural, patrimonial y turística basados en los lineamientos establecidos por UNESCO y las normativas de cada país asociado (Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina y Chile). En Chile la Secretaria Técnica del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural es la encargada velar por su aplicación.
Tomando en cuenta las diversas estrategias de protección y gestión que conlleva la puesta en valor del Patrimonio Mundial, se requiere de un trabajo asociado entre las instituciones públicas, empresas del rubro turístico, organizaciones sociales y comunidades indígenas, formando un conjunto de actores sociales que interactúan en el manejo, conservación y difusión en torno al patrimonio.
En la región de Arica y Parinacota, los tramos identificados están insertos en el área territorial indígena; del conjunto de actores ligados a la conservación y difusión patrimonial, las Comunidades Indígenas de Socoroma y Belén son actores claves, ya que han desarrollado acciones orientadas a la gestión, conservación y promoción del patrimonio cultural, arqueológico y ambiental existente.
La presente propuesta de ponencia, aborda los efectos del nombramiento del Qhapac Ñan como Patrimonio de la Humanidad en las comunidades indígenas, y cómo ha repercutido las acciones y discursos del Estado chileno respecto de la Declaratoria y gestión del Qhapac Ñan en los sentidos y/o gestiones que las propias comunidades indígenas han emprendido en torno a este bien Patrimonial.
Desde un enfoque etnográfico, se busca dar cuenta de las prácticas asociadas a la conservación del Qhapac Ñan, lo que nos lleva a pensar el patrimonio desde la perspectiva de la Comunidad Indígena de Socoroma y la Comunidad Indígena de Belén de la región de Arica y Parinacota, Chile.
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