Avaliação: Dictadores en las Américas: convergencias y divergencias – Civilización y barbarie Orden estatal en territorios marginales en la época de Juan Manuel de Rosas

A menudo se piensa que el dictador establece un “orden” que destruye arbitrariamente los órdenes locales anteriores. El establecimiento del orden en la Argentina decimonónica permite pensar la técnica dictatorial desde otra perspectiva. Desde la llegada a la región pampeana de los españoles en el siglo XVI, se sucedieron invasiones de territorios en poder de diversos pueblos indígenas en las regiones pampeana y patagónica. Esas tierras desiertas que comenzaron a ser ocupadas por las sucesivas expediciones pobladoras de la España colonizadora del siglo XVI introdujeron el caballo y la vaca en el momento en que los indígenas americanos precolombinos estaban radicados en pequeñas parcelas de territorio y aprovecharon los descubrimientos, invenciones, el ingreso de animales antes desconocidos por ellos y la tecnología del hombre blanco para su expansión territorial que se inició 180 años después. Producida la Revolución de Mayo en el Virreinato del Río de la Plata, en 1810, los primeros gobiernos patrios combinaron las relaciones comerciales e internacionales con los indígenas, con expediciones militares ofensivas denominadas campañas al desierto, con el establecimiento de fortines con el fin de ir ocupando en forma progresiva el territorio en poder de los indígenas. En este escenario, el general Juan Manuel de Rosas, emprendió en 1833 y 1834 una campaña contra varios grupos indígenas conocida como “Campaña de Rosas al Desierto”. Para el Estado rosista, la incorporación de los indígenas fue pensada como un proceso de gradual sujeción de los “bárbaros del desierto” a la soberanía del Estado y a las leyes de propiedad.

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