Resumo | La presencia y la influencia de China en Latinoamérica ha crecido exponencialmente en los últimos años y según la evidencia que se obtiene de los diferentes tratados y proyectos en los que ambos actores han participado, la intención de Xi Jinping y del gobierno Chino es quedarse y seguir aumentando los lazos comerciales, tecnológicos, políticos y culturales con la región.
Durante la Cumbre del G-20 de Buenos Aires en 2018, se pudo comprobar que China tenía planes para Latinoamérica desde hacía ya mucho tiempo. Tal es así que los planes de China para la región, inicialmente diagramados en el Libro Blanco de China para América Latina de 2008 y reafirmado en su edición del año 2016, dan cuenta que el trabajo de penetración cultural, económica y hasta militar en la tradicional área de influencia de EEUU, se encuentra en pleno desarrollo y avanza a paso firme.
La consecuencia principal de este aumento en el flujo de negociaciones entre China y los países latinoamericanos ha sido un notable incremento de proyectos bilaterales y una llamativa ola de adhesiones a la iniciativa de la Franja y la Ruta por parte de varios estados y bloques de la región. Y si bien debemos remarcar que los países con mayor peso económico y comercial aún se muestran renuentes a firmar y formar parte como miembros del foro, las insistentes invitaciones por parte del gigante asiático y su estrategia diplomática en grupos de negociación como el G20, parecen predecir un futuro auspicioso para el desarrollo de las relaciones entre las potencias regionales y le China de Xi.
El presente trabajo intenta definir los elementos claves de la penetración económico-política-cultural de China en Latinoamérica, haciendo hincapié en su estrategia dentro en los foros internacionales de negociación como el G20 y analizando como factor fundamental las asimetrías diplomáticas con las estrategias llevadas a cabo por los Estados Unidos de Norteamérica para contrarrestar la influencia China en su "patio trasero".
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