Resumo | La problemática de la habitación obrera parecería estar vinculada de forma directa a un periodo contemporáneo constante de crisis económicas en Latinoamérica, lo cual en los imaginarios sociales genera contraposiciones con siglos y narrativas pasadas en los cuales parecieran no existir dichos conflictos.
Más allá de lo que se haya construido como imaginario en este tiempo, la problemática de la habitación es una problemática inherente a la ciudad industrial y capitalista, por ende este trabajo se propone analizarlo en una periodización categorizada como “pujante” en la historia argentina.
La ciudad de Buenos Aires durante fines del siglo xix será receptora de innumerables cantidades de inmigrantes, generando una desproporción muy clara con lo que sucedía con el resto del país. Las condiciones habitacionales de esta sociedad deberá adaptarse entonces a numerosos cambios en un periodo de tiempo muy reducido.
Bajo el velo del liberalismo y del modelo económico agroexportador, los gobernantes argentinos decidirán (por un tiempo) que la problemática de la habitación obrera sea resuelta por el mercado.
Patrones, entidades ferroviarias, cooperativas socialistas y entidades religiosas participan junto al Estado en el debate de las políticas habitacionales porteñas. Lo que se debate en principio son las tipologías de viviendas que se deben desarrollar fundamentalmente bajo argumentos económicos, sin embargo lo que esconden dichos argumentos son planteos sobre la ciudad y modos de controlar a la clase obrera bajo argumentos higienistas y “morales”.
Finalmente, en 1915 el Estado argentino creará su entidad a cargo de la problemática habitacional, la Comisión Nacional de Casas Baratas, en concordancia con lo que sucedía en el marco internacional donde se crean instituciones similares. Las epidemias, los movimientos sociales y el temor a la revolución en un contexto económico difícil harán cambiar dichas políticas pero el debate continuará sin un porvenir bien definido.
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