Resumo | En Latinoamérica se accede a cada vez mayores niveles educativos, como resultado de esfuerzos de los Estados que invierten en su promoción, y de familias que sostienen la permanencia de sus descendientes en el sistema. Sin embargo, a pesar de los discursos sobre la importancia del capital humano en las sociedades contemporáneas, persisten importantes desigualdades en el acceso, sostenimiento y egreso, así como en las posibilidades de hallar retornos adecuados en el mercado de trabajo.
Las desigualdades educativas son diferentes en el acceso y la orientación dentro del sistema educativo, derivadas de orígenes sociales, geográficos, de género y/o étnicos. Pueden producirse tanto por el acceso a estructuras escolares muy diferentes como por lo que los padres transmiten a sus hijos dentro de la familia. Al menos desde 1960, conocemos la asociación regular en casi todos los países del mundo, con variaciones en la intensidad, entre orígenes sociales, acceso y orientación dentro del sistema educativo.
América Latina es una de las regiones más desiguales del mundo, a pesar de los notables avances educativos de las últimas décadas.
La importancia creciente de la educación y de las inversiones en capital cultural de las familias también atraviesa a los migrantes, siendo en ocasiones un importante factor para comprender estas movilidades espaciales. Así, las migraciones por razones de estudio y las trayectorias escolares de los migrantes se constituyen en terrenos fértiles para el análisis de la desigualdad social y del acceso al sistema educativo.
Este GT recibe propuestas en torno a: las inversiones familiares para educarse en el sistema formal, las migraciones que tienen como motivo la educación (de migrantes y/o sus hijos), las movilidades y la transnacionalización de los campos académicos, etc. También son bienvenidos los estudios sobre el estado de los sistemas educativos en la región y la investigación sobre las desigualdades educativas en perspectiva comparada.
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